Seguro que al escuchar la palabra “laboratorio” lo primero que imaginas son los tubos de ensayo y otros instrumentos similares. Son los símbolos más icónicos para representar la ciencia y la investigación. Estos elementos de laboratorio son utilizados para realizar análisis, reacciones y para contener productos químicos.
¿Qué son?
Cada tipo de tubo de laboratorio cuenta con sus propias características. Sin embargo, la mayoría son recipientes cilindros de cristal o plásticos (Pyrex o polipropileno) de cuello largo, poco diámetro y con un extremo abierto para insertar diferentes sustancias.
Algunos modelos cuentan con una tapa en el extremo abierto.
Los tubos de laboratorio están disponibles en diversos tamaños. Los más comunes son los de 1 a 2 cm de ancho y de 5 a 20 cm de largo.
Es importante resaltar que los tubos de polipropileno son indicados para un único uso y no soportan variaciones extremas de temperatura. A su vez, los tubos fabricados con vidrio borosilicatado pueden soportar la llama de un mechero Bunsen.
¿Para qué sirven?
Tienen diversos usos, pueden emplearse para almacenar una sustancia, realizar análisis y enfriar sustancias químicas. Las funciones varían según la forma, el tamaño y el material del tubo.
Los tubos también sirven para mantener la seguridad del personal del laboratorio y evita la contaminación del lugar al ralentizar la difusión de los vapores liberados durante una reacción química.
Algunos tubos, como el tubo de Thiele, se emplean para determinar el punto de fusión o de ebullición de una sustancia.
El tubo capilar se emplea para demostrar los posibles efectos de la capilaridad de una sustancia.
Precauciones
- Como todo material de laboratorio, el uso de estos tubos requiere del seguimiento de medidas de seguridad para evitar situaciones de riesgo.
- La primera medida de seguridad es mantener el tubo lejos del rostro durante la preparación de la reacción química. Siempre debe apuntarse lejos del rostro y lejos de los compañeros. Si no, puede llegar a causar irritaciones, daños en los ojos y quemaduras.
- Si se emplean sustancias peligrosas, es recomendable utilizar elementos de protección para evitar accidentes.
- Para calentar el tubo es necesario sujetarlo con pinzas de madera especiales. Así pueden evitarse quemaduras y derrames de sustancias químicas.
- Se deben almacenar en gradillas, las cuales sirven como un sostén seguro para estos elementos.