En el laboratorio existen multitud de materiales y entre ellos destacan los materiales de metal, los cuales tienen gran variedad de aplicaciones. Un aro metálico es un buen ejemplo de esto, es una estructura circular de hierro colado que se coloca en el soporte universal y permite sujetar otros utensilios que van a ser calentados o van a atravesar procesos químicos que pueden ser peligroso.
¿Qué es?
Es un material de metal de los laboratorios. Está fabricado en hierro colado y tiene una estructura circular. Se le conoce también como anillo de hierro.
Este instrumento se adapta a un soporte universal y se emplea para sujetar otros instrumentos como embudos de decantación y vasos de precipitado sobre el fuego directo, especialmente cuando se trata de químicos que deben ser calentados o cuando se van a producir reacciones o procesos químicos que peligrosos con el fin de prevenir posibles quemaduras.
Otro nombre por el cual se le conoce es: argolla.
Para utilizarlo se adapta al soporte, se coloca el mechero bunsen, una placa de malla encima y luego el envase con la sustancia a calentar.
¿Para qué sirve el aro metálico?
Este dispositivo se utiliza como un soporte para sujetar envases de vidrio sobre un mechero bunsen. Se emplea adaptado al soporte universal para utilizar embudos de decantación, los cuales nos permiten separa mezclas inmiscibles.
Si deseas calentar cualquier sustancia o mezcla solo debes sujetarlo al soporte, colocar la rejilla y sujetar con él el recipiente a calentar. Es muy utilizado para calentar mezclar y sustancias de forma segura.
También se utiliza en procedimientos químicos que pueden dar lugar a reacciones peligrosas que generen calor. El aro metálico o argolla es en definitiva, un instrumento que nos permite trabajar en un laboratorio con la mayor seguridad posible al ayudarnos a evitar quemaduras.